27/10/07

El viaje hacia Inglaterra






Los cuatro indios llegaron luego de la larga travesía al viejo mundo, desafortunadamente el más inteligente del grupo Boat Memory enfermó de viruela y murió en el Hospital Naval.

York Minster (20 años), Fuegia Basket (9) y Jimmy Button(14) fueron vacunados y los llevaron a vivir cerca de Londres.

FitzRoy se hizo cargo monetariamente de su educación y alojamiento, fueron instruidos en las artes de carpintería y jardinería.

Resultó que Fuegia y Jimmy se adaptaron rápidamente, no así el pobre de York Minster.

Luego de un tiempo le llegó una invitación a FitzRoy desde palacio para que se apersonara junto a sus pupilos.

Se había corrido la voz que los indios eran caníbales y responsables de varias atrocidades más, lo que despertó la curiosidad del Rey Guillermo IV.

Fitzroy, primigeniamente, pensó que tomando cautivos a algunos reprentantes de las tribus locales, educándolos y convirtiéndolos al cristianismo -para luego devolverlos a donde pertenecían con todo el "lustre" adquirido- y como efecto multiplicador evangelizarían al resto de sus compatriotas fueguinos. Lo que allanaría en el futuro cualquier intercambio que decidieran hacer y además éstos servirían de intérpretes.

Volviendo a la invitación real, les cuento que éstos se encontraron absolutamente sorprendidos cuando vieron a "las bestias" correctamente aseadas y vestidas, destacándose en sus modales Jimmy Button.

Fueron tan cautivantes que hasta la reina Adelaida se sacó su propia cofia y se la regaló a Fuegia, también le entregó un anillo de oro y dinero para su ajuar.

Pasado el tiempo fueron embarcados nuevamente -junto a montones de regalos que les habían hecho- hacia su tierra de origen en el mismísimo Beagle, los acompañaba su benefactor (?), un joven catequista de apellido Mathews y Charles Darwin. Este último forma parte del grupo porque FitzRoy quería llevar un naturalista y Darwin era el único que no cobraba.
continuará


Curiosidades:

Cuentan que FitzRoy dio por finalizada la instrucción porque Fuegia Basket y el hosco York Minster fueron encontrados "inapropiadamente" juntos y pensó que si la situación se conocía podría desvirtuar y empañar sus planes.

Relatan que Jemmy en la cubierta del barco iba siempre con guantes y sombrero y que Darwin lo describió como de carácter alegre, solidario, patriota y muy presuntuoso.
Se hacía cortar el cabello y se ponía violento si alguien le ensuciaba sus bien lustradas botas.


Los verdaderos nombres de los nativos eran:

York Minster = el'leparu (yagan)
Jemmy Button = o'run-del'lico (yámana)
Fuegia Basket = yok'cushly (yagan)

26/10/07

Historias de indios - Fuegia y Jemmy






Corría el año 1826 cuando el almirantazgo británico envió a Robert FitzRoy a estudiar los mares del sur.

A bordo del Beagle y en una travesía que duró 4 años llegó a las costas de la Tierra del Fuego, buscando un lugar reparado donde anclar la nave encontró una isla que lo protegería del viento reinante y la bautizó con el nombre de Lennox.

La expedición dedicada a trazar mapas de la zona envió unos botes (4) a fin de explorar lo que los circundaba, allí fue que descubrieron que lo que pensaban que era una bahía resultó un canal al que hoy conocemos como "Canal de Beagle", nominado así en honor a la embarcación que los había trasladado.

En un viaje de exploración enviaron a algunos hombres de la tripulación en un bote ballenero, el que no se sabe de que forma perdieron, regresando al Beagle en una especie de balsa.

Cuenta la historia que culparon de tal pérdida a los indígenas, FitzRoy entonces tomó de rehenes a cuatro fueguinos a los que llevó a bordo.

Como el bote no fue devuelto, se llevó a los indios a Inglaterra.

Éstos fueron bautizados con los nombres de Boat Memory (Recuerdo del bote - por el perdido); York Minster (monasterio de York); Jimmy o Jemmy Button(botón de nácar) y una niña Fuegia Basket (canasta fueguina).
continuará


Curiosidades

Cuenta la leyenda que Jimmy o Jemmy Button fue nombrado así porque FitzRoy lo cambió a sus padres por un botón de nácar de su uniforme.

24/10/07

Pan de indio





En la isla de Tierra del Fuego, crecen una gran variedad de hongos.

El "Pan de Indio" (Cyttaria Darwinii) -también conocido como hongo de Darwin- era uno de los alimentos típicos de los indios Yaganes.

Curiosamente éstos se alimentaban solo con hongos de árboles.

En las especies Nothofagus (lenga, cohihue y ñire) se desarrolla formando lo que conocemos con el nombre de "nudo", una especie de cáncer que forma el cuerpo vegetativo del hongo.

Cuando escaseaba el alimento (especialmente en otoño/invierno) los indios recolectaban las pelotitas amarillas y anaranjadas que son el fruto de este parásito.

Al llegar la primavera maduran los frutos y como se observa en la foto se llena de agujeritos que contienen los esporos. Finalizada esta etapa el hongo cae a la tierra donde se pone negro, duro y seco el que es muy común ver en cualquier recorrida que se haga en el Parque Nacional Tierra del Fuego.


Curiosidades

Quienes hayan viajado a estas latitudes seguramente habrán podido observar innumerables trabajos artesanales realizados con nudos de árboles.
Ej: En forma de llaveros, cortados en porciones con diferentes inscripciones y cualquier otra forma que se les pueda ocurrir (cuerpo de animales).

15/10/07

Mi hermosa planta de peonías floreció




Cual madre orgullosa les muestro esta divina flor. ¡También en el culismundis se puede!

He perdido la cuenta de los jardines que he hecho en tierra del fuego desde que vine, pero siempre fui gratificada con bellezas como esta que les muestro.

Proximamente...tulipanes y narcisos que ya están por florecer.

14/10/07

Deposite la basura... ¿En dónde?



Click en ver todas las fotos para ampliarlas

Como habrán leído en posts anteriores en donde vivo el viento manda en estas épocas.

El otro día volvía de la casa de una amiga y decidí pasar por el campito en el cual saco muchas de las fotos que publico en este blog.

Era una día de viento, para variar, y sorpresivamente veo llegar un vehículo del cual se bajan dos personas y empiezan a tirar basura, la mayoría era arrastrada por el viento (observen una foto donde se ve pasar volando una enorme plancha de telgopor).

Cuando inicialmente vi los movimientos pensé que no iban a seguir tirando sus desperdicios ante los primeros resultados de voladuras, hasta ahí no había sacado fotos, pero nó... siguieron como si nada.

Alguien puso un contenedor -el que se encontraba atiborrado- y aún así depositaron su mugre desafiando a Eolo y castigando a cuanto infeliz caminara en las cercanías o tuviese el boleto ganador en cuyo frente rezaba la siguiente frase: "Tenés suerte sos el felíz acreedor de toda la mierda que tiré y anda volando. Tu casa, tu patio y el jardín son nuestros favoritos".

En otra de las fotos se ve un tambor azul del cual arrojaban todo tipo de desperdicios,demás está decir que no estaban embolsados, y también se observa nuevamente como una plancha de telgopor golpea contra el referido tambor al ser volada por el viento.

Es más, hoy tenemos un temporal de viento y mucha basura se acumuló en mi jardin y en el fondo, estoy francamente repodrida de situaciones como la señalada y de gente que no tiene el más mínimo respeto por el otro.

6/10/07

El rescate fallido del Monte Cervantes


Pasaron los años y Leopoldo Simoncini –dueño de la empresa Salvamar- adquirió el remolcador Saint Christopher.

Su idea fue la de recuperar de las aguas del canal de Beagle al Monte Cervantes, tarea que comenzó en el año 1943 luego de contar con los estudios técnicos de los ingenieros Offerman y Krakenhagen.

Durante 11 largos años de trabajo (algunos cuentan que fueron 14), los buzos de Salvamar lograron liberar el casco del Monte Cervantes de su varadura. Trabajaron junto al Saint Christopher tres buques de la Armada: el Chiriguanos, el Guaraní y el Sanavirón.

Entonces dividieron el buque en dos partes, le colocaron flotadores externos adosados al casco y entre los 4 remolcadores lograron sacarlo a la superficie. La idea era hacer zafar el casco de la varadura y remolcarlo a una posición cercana a la playa para poder enderezarlo sin riesgos.

Trataron de llevar el casco hacia la ciudad de Ushuaia, desgraciadamente una desafortunada maniobra quiso que el cabo de remolque del Saint Christopher se cortara a los 20 minutos de haber iniciado la travesía hacia la costa capitalina. Al soltarse uno de los flotadores el barco comenzó a hacer agua y se hundió para siempre en las frías aguas del Beagle.

Demás está decir que la empresa de Simoncini quebró, el remolcador Saint Christopher tuvo problemas de motor y de timón por lo que quedó fondeado durante 3 años en Ushuaia, para finalmente en enero de 1957 ser remolcado hacia la costa con la ayuda de camiones y quedar encallado para siempre.

Hoy en día es el invitado principal de cada foto que toma el visitante del fin del mundo.

Curiosidades:

Se cuenta que en muchas casas de viejos pobladores de Ushuaia se conservan objetos del barco hundido: jarras de plata, envases, fierros y una hélice de bronce que se exhibe en el museo.

En las operaciones de rescate se recuperaron los motores diesel y dínamos, los que se vendieron a empresas ubicadas en Zárate y Córdoba.

Hace unos pocos años unos buzos locales “redescubrieron” al Monte Cervantes, encontraron la superestructura con sus cubiertas, mástiles en profundidades que van de los 35 a los 45 metros. El casco se encontraría a una profundidad superior a los 100 metros al sur de los islotes Les Eclaireurs, más allá de los límites permitidos al buceo deportivo.

Cuentan que se puede ver allí abajo porrones de cervezas, botellas de vino, lámparas de bronce con sus tulipas de opalina, ceniceros y hasta sus dos chimeneas intactas.

En el libro de Enrique Inda “El tesoro del Monte Cervantes” se puede observar un facsímil con el menú que se les ofrecía el fatídico día de enero a los pasajeros: Fiambres surtidos, pescado en escabeche, ensalada de papas, omelette a la portuguesa; crema de apio en tazas, milanesas antárticas, pancitos vieneses, queso, frutas y café.

3/10/07

Ushuaia (año 1930) Capital del ex Territorio Nacional de Tierra del Fuego


(Para leer la referencia de cada foto colocar el puntero de mouse sobre ella o clik en ver todas las fotos para visualizarlas más grandes)


El 22 de enero de 1930 se conmocionó Ushuaia, el Monte Cervantes primer crucero que llegó a esa ciudad con 1200 pasajeros y 350 tripulantes, chocó contra unas rocas y comenzó a hundirse.

El capitán Theodor Dreyer ordenó evacuar el barco, mientras que con algunos miembros de su tripulación, luego de poner a salvo a todos los pasajeros permaneció a bordo.

Durante 24 horas logró mantener a flote a la nave, cuando se produjo la bajamar ésta dio una vuelta de campana y se sumergió parcialmente fijándose a algunas rocas (cercano a donde hoy se avista el faro Les Eclaireurs).

Se dice que en ese momento se cobró la única víctima –Dreyer- cuyo cuerpo jamás fue encontrado, aunque aparentemente según leí en algunas publicaciones se quitó la vida.

En esa época Ushuaia tenía una población de aproximadamente 800 habitantes, con lo que recibir unas 1500 personas provenientes del desastre náutico produjo un colapso difícil de solucionar.

Así fue que las familias del lugar cobijaron a los náufragos y hasta en la prisión del lugar se albergó gente (Se cuenta que los internos donaron la mitad de sus raciones alimenticias para satisfacer las necesidades de los pasajeros del trasatlántico).

Aída Vidret sobreviviente de esa tragedia –quien reside actualmente en la Provincia de Río Negro- cuenta que tenía 18 años cuando embarcó en el Monte Cervantes junto a su hermana y amigos, que navegaron 7 días desde el puerto de Buenos Aires hacia el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego.

Refiere que al emprender el regreso estaban en la cubierta cuando sintieron un tremendo sacudón, oyeron un ruido ensordecedor y seguidamente el barco se inclinó de forma tal que muchos perdieron el equilibrio.

Que junto a su hermana trataron de llegar al camarote para salvar sus pertenencias pero éste se encontraba inundado y el mar les había llevado todo. Bajaron por largas sogas y en grupos de 20 o 30 los subieron a los botes salvavidas.

La costa no era visible y algunos remaron hasta ella, afortunadamente a Aída y su grupo los rescató un buque petrolero argentino.

Señala además que luego se enteró que el capitán Dreyer como buen hombre de mar corrió la misma suerte que el crucero y que a pesar del tiempo transcurrido en la actualidad aún habla seguido con otro sobreviviente del naufragio.

Por otro lado, me contaron que entre los pasajeros se encontraba un fotógrafo y corresponsal de la revista Caras y Caretas (famosa en esos tiempos) cuya salud quedó tan afectada debido a las inclemencias y al frío sufrido que murió un año después.

Curiosidades:
Como anécdota jocosa se cuenta que uno de los pasajeros luego de vivir en las paupérrimas condiciones que le tocaron y en el momento que llegaron a rescatarlo se sacó los zapatos y se los dio al dueño de la casa que lo albergó, diciéndole que si bien agradecía la asistencia recibida lo hacía en señal de protesta por todas las penurias que le habían tocado vivir y que era como símbolo de que “no volvería a pisar esas tierras”.
Quiso el destino que todos los pasajeros dejaran Ushuaia, excepto quien les cuento –el que producto de una situación fortuita, ¡otra más!- terminó viviendo en esta isla para jamás volver a Buenos Aires.

Continuará…

2/10/07

Anticipo click en la foto para ampliar




Este es un pequeño anticipo de un viaje en el tiempo, que a través de imágenes e historias empezaré a compartir con Uds.

Por favor no entren en pánico, será en varios capítulos cuya entrega no se asemejará a puñalada de loco.

Que lo disfruten tanto como yo.

Contrastes



El fin de semana pasado me fui a Ushuaia, la foto que ven pertenece al último lugar a donde se puede llegar previo subir a la aerosilla que conduce al glaciar "Martial".

Me encantó reflejar ese árbol que se mostraba imponente y desafiante a la magnificencia del paisaje nevado y del glaciar que emergía de fondo.

(*)click en la foto para ampliarla.