28/6/07

El Pergamino de la Seducción

Weltklang propone seguir con el meme literario iniciado "por allí", en el cual hay que transcribir el segundo párrafo de la hoja 139 del libro que se está leyendo.

El hizo una versión Weltklangiana, eligiendo el texto de otro libro, en mi caso opté por transcribir el que efectivamente estoy leyendo.

Se trata sobre la vida de Juana la Loca.

Como resumen les diré que un historiador y una joven mujer asombrosamente parecida a la Reina Juana de Castilla investigan el enigma de quien fue conocida como Juana la Loca.

La música que le puse tiene que ver con que la historia oficial cuenta que murió de amor, pero ¿habrá sido así?

¡Tantos elogios merecía esa ciudad! Yo había soñado ver el río, los puentes, Notre Dame, pero París era frío y por días lloviznó. Por mucho que en los palacios suntuosos brillaran los candelabros, el oro y los frescos de vivos colores, yo no sentía más que deseos de marcharme cuanto antes. Felipe se iba todo el día de cacería y volvía sucio, hediondo a caballos y vino. Se me lanzaba encima con bríos desmedidos en los que yo adivinaba las fantasías que tendría por el cuerpo de otras mujeres. Lo convencí de que me dejara ir antes a Blois. Yo me llevaría el cortejo y él después me podría alcanzar cabalgando con postas. Lo dejé en París. Temía que si continuaba atestiguando sus devaneos no podría contener las garras y dientes de mi corazón. No sé de dónde brota la rabia y zozobra que me posee cuando lo veo fascinado por el contorno de otra mejilla. No se percata de las falsas intenciones de las mujeres que lo halagan y cae en esos juegos sin medir cuan ridículo e infantil luce ante los demás. Pero claro, los hombres que lo rodean lo consienten como a un niño y celebran la gracia de cuanto hace. En cambio, si yo me altero, soy la bruja que lo persigue y le impide disfrutar su belleza y juventud. "No te des por aludida!, me aconseja Beatriz. "Los hombres acabamos odiando a las mujeres que nos halagan en demasía", sentencia el obispo Fonseca. Creo que mi idea de salir de París, de no dejar que los ojos vean y así evitar que el corazón sienta, ha sido juiciosa a pesar del vacío y la angustia que me ha producido en el pecho.


El Pergamino de la Seducción
Gioconda Belli
Escritora Nicaragüense
Novela histórica

3 comentarios:

Anónimo dijo...

De celos, más que de amor. Felipe el Hermoso no la quería. Era cornuda conciente y encima por matrimonio arreglado. Pobre Juana.

Weltklang dijo...

Bien Tempe! me encantó este parrafo. Me da un poco de pena, pobre Juana, que estaba condenada a amar a quien no podia amarla. Tiene razón Venusina, celos, que a veces son mas potentes que un oceano.

beso
W

Témpera Mental dijo...

Tengo un amigo que resignadamente dice: "nadie muere mocho".

http://www.losenigmas.com.ar/losenigmas/juanalal2.htm